El pasado sábado se disputó una nueva entrega de la competición de baloncesto 3x3 benjamin femenino, a la que acudí por ausencia de los entrenadores titulares, que tenían partido a la misma hora.

Como son dos equipos, uno de ellos lo llevó Juan Luis. Hemos de agradecer la buena disposición tanto de Juan Luis como de Ignacio, padres de jugadoras de estos equipos y con gran experiencia como entrenadores de baloncesto en épocas pasadas de Aldapeta, siempre dispuestos a colaborar con el equipo en ausencia de los entrenadores titulares.

Esta vez a un servidor se le olvidó llevar balón. No importa porque las chicas llevaban consigo 4 balones si no recuerdo mal. Sobre un total de 9 chicas, es buena la marca ¿verdad? No porque gracias a uno de esos balones salimos del "atolladero", que también, sino porque ver 4 balones en sus manos denota una ilusión por jugar a basket que esperemos les dure muchos años.

Entrando en harina, la verdad es que poco se puede decir del partido. La verdad es que las de La Salle vencieron sobre todo por agotamiento de las nuestras. Sólo estaban 4 (faltaba una por enfermedad), lo que les obligó a todas a jugar 3 cuartos completos. Aguantaron hasta el final del segundo cuarto (empate a 8), pero el 3er y el último cuarto se notó que ya flaqueaban las fuerzas de las nuestras, mientras las rivales aprovechaban su "banquillo" (eran 6) para recuperar fuerzas. El resultado final lo dice todo: La Salle 30 - Aldapeta 12. No importa: aunque aun tienen que entrenar y jugar mucho, uno vio cosas positivas: vi más movilidad de nuestras jugadoras a la hora de desmarcarse y buscar el balón; vi marcajes "férreos" (todo lo "férreos" que pueden ser en estas categorías); vi mayores conocimientos del juego; vi lanzamientos a canasta sin miedo... Creo que vamos por el buen camino.

Mención especial merece el arbitraje. Mejor dicho, el NO arbitraje. Sale el balón de banda? La primera que lo coja para ella. Un saque al estilo tradicional (salto entre dos) se saldó con que la jugadora rival cogió la pelota... y no pasó nada. Como cuando hubo unos dobles clarísimos que acabaron con canasta. Los golpes cayeron uno detrás de otro ante su pasividad (supongo que las nuestras también darían alguna "caricia" que otra, sin mala intención pero alguna se podía haber pitado). En alguna de las escasas ocasiones que el árbitro paró el partido, lo hizo con tal "susurro"de silbato que uno tenía que dejarse la voz gritando a las jugadoras que el juego está parado. Se escuchaban más los pitidos de árbitros de otros partidos, hasta el punto que en alguna ocasión un pitido de un campo cercano paralizó a todas las jugadoras... creyeron que había sido su árbitro. Normal, si cuando realmente pita no lo oyes, cuando pita otro, te lleva a confusión.

Uno sólo se dirigió una vez al árbitro para pedirle que pitase con mayor fuerza, pero no creyó oportuno, ante las quejas de nuestras jugadoras, decirle nada más. El problema me vino después: ¿qué se dice a unas chicas que saben que el árbitro no sólo no ha pitado nada, sino que ha permitido infracciones claras del juego? Porque un golpe que el árbitro no ha visto es fácil de justificar a las chavalas; pero, ¿una infracción en un salto entre dos cómo la justificas?

Sólo acerté a decirles que, de la misma manera que hay gente que juega mejor y gente que juega peor, hay árbitros que arbitran mejor y árbitros que arbitran peor, y que les quedan por ver muchas injusticias, dentro y fuera del campo. Eso y una frase que rescaté del "ideario" de José Luis (algo así como "si hemos perdido pero somos mejores que antes de jugar el partido, hemos ganado") sirvió para que las chicas relativizasen hasta cierto punto la derrota que no debe desmotivarles para el futuro.

En el otro partido la cosa estuvo mucho más disputada, siendo necesaria una prórroga e incluso una ronda de lanzamientos de tiros libres (al estilo de las tandas de penalties de futbol) para desequilibrar el marcador. En la tanda ganaron las nuestras, siendo el resultado final 17-16. Uno no pudo evitar acordarse del "Ogro" y de una de sus escasas quejas que por lo visto tiene sobre su equipo de esta temporada (la falta de acierto en lanzamientos de tiros libres) cuando escuchó a Juan Luis decir a las chicas algo así como que "cuando seais mayores descubriréis que los partidos se ganan desde la línea de tiros libres". Que se lo digan al "Ogro"!

Me reafirmo en lo que dije en mi primera crónica: en estas edades no se trata sólo de pitar (o no pitar), sino de ENSEÑAR a los más pequeños a jugar a baloncesto. Ello implica que en ocasiones haya que pasar por alto algunas infracciones, porque de hacerlo no habría partido. Por ejemplo, si hubiera que pitar cada vez que una jugadora incurre en pasos. Pero si en los entrenamientos se enseñe una cosa y en los partidos no se aplica, estamos perdiendo el tiempo.

Nada más por hoy. Seguiremos informando.